Gracias a la licencia de código abierto, el tomate “Sunviva” fue la primera variedad protegida contra patentes. En los siguientes años otras nueve variedades obtuvieron la licencia: dos tomates, cuatro cereales, un maíz dulce, una patata y una variedad de Chile. Pero esto es solo el comienzo. Nuestro objetivo es crear un sector de semillas diverso y basado en bienes comunes.

¡En octubre del año 2019 lanzamos al mercado panadero el primer producto de código abierto! Esto demuestra que el comercio de variedades sin propietario puede generar fondos para el desarrollo sin propietarios. En vez de ganancias para algunas grandes compañías internacionales, cada kilo de harina de código abierto genera 2 centavos para apoyar los proyectos de desarrollo de plantas sin propietarios.

Comenzó como algo muy pequeño, pero actualmente la estrategia de la semilla de código abierto se está debatiendo y probando por expertos en semillas alrededor del mundo. Desde el año 2019, la red internacional con varias iniciativas de código abierto está creciendo. Más y más gente se está uniendo para que las semillas diversas y sin propietarios permanezcan disponibles para todos en todas partes.